Últimamente se viene hablando mucho del proceso de transformación digital. Debido a que la definición es muy extensa, lo resumo como un cambio de paradigma tecnológico, orientado a poder competir en el mercado.

Hace unos días, tratando de ver qué se cuece en el sector, leí el artículo de INESE: “Sólo las aseguradoras que optimicen el uso del dato podrán competir con las insurtechs“. Me hizo reflexionar y veréis la razón. Empecemos de cero.

En mi día a día en diferentes compañías con las que trabajo, sí detecto “propuestas de mejora” que se generan en el área de organización, o bien de negocio o de tecnología. Estas propuestas pasan por mejorar los cores existentes, añadir funcionalidades, crear productos más simples pero con la misma estructura, etc. Sin embargo, no soy capaz de detectar que se esté aplicando el cambio tecnológico que les permita tener valor añadido.

Mi consejo es orientar la transformación digital a la innovación y mejora, con independencia del desembolso. 

Antes de pasar a la acción, es imprescindible tener una base de datos coherente y perfectamente organizada. En líneas generales, en ocasiones, se puede detectar  duplicidad de datos, dispersión, etc. Si somos capaces de completar el reto, estamos listos para dar el paso que generará un plus, un valor añadido al negocio: 

1. Modelos predictivos. Detectar escenarios de rentabilidad en base a la información que se dispone, pudiéndose ampliar con coste adicional. Por ejemplo, para encontrar dónde se pueden mejorar las primas jugando con menores riesgos.
2. Optimización de productos. Se ha de proceder a definiciones más sencillas y directas para ser más atrayentes, eficaces y con resultados más rápidos. Menor coste y mayor beneficio.

Estos sólo son algunos de los apartados que sugerimos casi de manera imperativa.  Tenemos mucho que contarte. Permítenos que te ayudemos.